Las empresas de AgritechMurcia demuestran en los foros internacionales que la innovación en biotecnología aporta seguridad alimentaria, eficiencia en la producción agraria y sostenibilidad

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Las compañías murcianas Agrozymes, LucasBiotech, Microgaia o Novagric, del ecosistema AgritechMurcia, han puesto en valor en mercados y ferias internacionales, como Fruit Attraction, que la innovación se adaptada a las exigencias de la normativa legal de la UE y les da un plus de interés para los grandes productores mundiales, ya sean compañías agrícolas o países

Las Pymes y los centros de investigación del ecosistema empresarial AgritechMurcia han demostrado en variados foros internacionales la calidad de sus soluciones biotecnológicas para lograr una producción agraria más eficiente y sostenible, respetando los máximos estándares de seguridad alimentaria que exige la Unión Europea.

Estas empresas murcianas, como Agrozymes, LucasBiotech, Microgaia o Novagric, han puesto en valor que la innovación que aportan se adaptada a las exigencias de la normativa legal de la UE y les da un plus de interés para los grandes productores mundiales, ya sean compañías agrícolas o países.

Como explica Javier Lucas, gerente de LucasBiotech, la agricultura hoy no se puede entender sin la biotecnología para producir alimentos más seguros y mejores.

Marca la diferencia con respeto al cuidado de la diversidad de los suelos de cada territorio, el uso de riego de precisión, los invernaderos inteligentes, el control de plagas con microorganismos, los análisis de enfermedades vegetales por PCR, los bioestimuladores o biofertilizantes… Todo esto son algunos de los avances de primera línea mundial que les abren las puertas con su I+D+i aplicada a la tecnología de última generación para el sector agro.

Empresas a la vanguardia: regulación legal exigente, consumidores y productores

En un mundo muy competitivo como el agrario, y conservador, las empresas murcianas demuestran que sus avances para la agricultura del siglo XXI favorecen un mayor rendimiento de la tierra, conservando mejor el suelo fértil y aportando una mayor productividad que cumple con las exigencias de unos consumidores muy atentos a los productos respetuosos con el medio ambiente.

Juan Pardo Martínez, Director de I+D de Novagric, lo tiene claro, «los agricultores hacen uso de la biotecnología, por una parte, por el cambio climático, por las altas temperaturas, escasez de recursos hídricos. Y por otra parte, por una presión regulatoria importante en el ámbito europeo, que vemos que será una demanda global y una demanda social, que reciben los productores por vía los clientes”.

Seguridad Alimentaria

La vanguardia tecnológica de AgritechMurcia aporta un elemento esencial ante la compleja normativa europea cada más prolija, que si bien es muy estricta, acaba por imponerse en todo el mundo por la seguridad alimentaria que aporta.

Para Cristóbal Sánchez, CEO de Microgaia, «el futuro se centra en el desarrollo hacia la sostenibilidad del suelo, protección ambiental, mejoras en la salud de las personas, mejoras en la salud de los trabajadores del campo y de los manipuladores. Y con respecto al aumento de calidad, todas las empresas que trabajan bien están a un nivel muy similar, por lo tanto, ahora la competitividad tiene que ir en otros sentidos y una de esas vías es tener en cuenta todos los factores socio-ambientales”.

Carlos Mirabet, socio fundador y director comercial de Agrozymes aclara que «estamos viendo como en países, sobre todo, de Latinoamérica: Chile, Colombia, Ecuador, Venezuela, están cambiando las legislaciones nacionales. Están haciendo un copia y pega de la normativa europea».

Casos de éxito

La plataforma empresarial de tecnológica agrícola AgritechMurcia, formada por 23 compañías y centros de investigación y de formación, y avalada por el Gobierno de la Región de Murcia, es un exponente claro del salto exponencial de la biotecnología agrícola que reclaman desde otros países para comprar sus productos, conocer sus técnicas e incluso formar a sus productores más avanzados.

Cuatro casos de éxito son los ya citados: LucasBiotech, Novagric, Microgaia o Agrozymes, entre la veintena que forma este sólido ecosistema empresarial.

LucasBiotech es una empresa especializada en biofertilizantes y bioestimulantes entre cuyos objetivos está potenciar la microbiota de cada suelo porque entienden que la más adaptada y evolucionada es la autóctona de cada tierra. Su biotecnología favorece la producción y los resultados del sector agroalimentario. Trabajan con optimizadores de agua. Sus productos confieren una mayor biodisponibilidad a los nutrientes aportados, obteniendo mayor productividad y eficacia, con una solución biofertilizante de tipo órgano-mineral apta para cualquier sistema de riego y cultivo.

Microgaia se dedica a la biotecnología y microbiología agrícola que aportan soluciones integrales para el suelo y la planta, evitando plagas, detectándolas en tiempo real, y mejorando la tierra y la producción. Llevan más de 10 años desarrollando aplicaciones basadas en las últimas tecnologías de PCR, fitodiagnósticos, Microarrays, secuenciación y genética.

Agrozymes es una empresa de biofertilizantes y bioestimulantes. El objetivo de los productos es aumentar la sostenibilidad de los ecosistemas que rodean a los cultivos ofreciendo soluciones naturales compatibles de bajo impacto ambiental. Tienen 20 años de experiencia en el sector dedicado a la fabricación y comercialización de productos ecológicos a base de microorganismos y extractos naturales para su aplicación en agricultura ecológica.

Novagric desarrolla proyectos de invernaderos y riego de leñosos, hortalizas, semilleros, agricultura vertical y ecológica, ornamentales, hortalizas, etc. para lograr el máximo rendimiento en los cultivos optimizando los recursos disponibles.

Los directivos analizan el sector

Javier Lucas, gerente de LucasBiotech, asegura que, adaptados a la normativa de la UE: “se puede decir que Europa es el área de producción con más restricciones del mundo, en la medida en la que otros no tienen tanta rigurosidad, por ejemplo, en el ámbito de la lucha y protección de cultivo contra plagas y enfermedades. Eso competitivamente nos genera una reducción de potencial productivo, puesto que se están importando a Europa plagas o enfermedades de otras áreas. Afectan de una manera muy grave. Primero, porque son plagas nuevas que ya están aquí. En segundo lugar, porque tenemos menos herramientas que los países de origen contra esas plagas. Eso, a su vez, genera la oportunidad para poder introducir herramientas en la parte de biofertilizantes o control de plagas y enfermedades que la tecnología puede desarrollar. Es interesante, pero puede generar cierta limitación”.

Javier Lucas, también quiere recordar que “trabajamos una línea muy avanzada como es la agricultura de precisión. Se combinan distintas tecnologías relacionadas, así como por la obtención de datos por medio de sensores, análisis de resultados, big data, incluso la aplicación de la inteligencia artificial. También, análisis de imágenes, sensorización. Por otra parte, nosotros llevamos desarrollando varios años tecnología por la cual generamos fertilizantes o bioestimulantes que generan un impacto positivo en el medio ambiente”.

Según Cristóbal Sánchez, CEO de Microgaia, «la agricultura suele ser bastante conservadora. Sin embargo, en los últimos 15 años toda la parte oriental de Andalucía toda la Región de Murcia, toda la Región Valenciana, ya han implementado de forma rutinaria técnicas que incluyen reducción de pesticida y aumento del uso de organismos vivos que compiten por ser depredadores de plagas y enfermedades. En el invernadero, las plagas están bastante bien controladas. Otra cosa son las enfermedades”.

Y añade: “ desde el año 2016 estamos trabajando en técnicas de fitopatología basadas en PCR en tiempo real para la detección:

1.- Somos capaces de detectar razas dentro de una misma especie de hongo que ataca a una planta determinada.

2.- Se detectan concentraciones de muy pequeñas cantidades de microorganismo basándonos en la extracción del ADN de toda la muestra del problema y buscamos específicamente una parte de ADN que identifica inequívocamente a esa especie de microorganismo.

3.- Es una técnica muy sensible y aparte es muy rápida. Si la muestra entra en el laboratorio a las 9 de la mañana a las 2 de la tarde, ya está el resultado”.

Carlos Mirabet, socio fundador y director comercial de Agrozymes cuenta su experiencia: «falta mucha información, lógicamente, pero la biotecnología va enfocada a una mejor alimentación y producción de máxima rentabilidad. Llevamos 11 años en el mercado. Hace dos años tuvimos, por ejemplo, un caso de una finca de mandarina, en Molina de Segura, que tenía un problema de Alternaria, la “mancha marrón” provocada por un hongo que impedía obtener una cosecha regular hasta tal punto que solo podían sacar en toda la parcelas 200.000 kilos de mandarina y con una calidad, pues más bien media o baja. Estuvimos estudiando el caso y se puso una estación meteorológica, se estuvieron analizando las condiciones climáticas a lo largo del año y elegimos una estrategia combinada. Realizamos una serie de aplicaciones dirigidas al suelo. Resultado: este año en la misma parcela está previsto que se recojan casi 800.000 kilos de una calidad altísima. El gasto ha sido de unos 300 euros por hectárea. Son herramientas muy buenas. Ahora estamos haciendo ensayos en brócoli con los problemas de Alternaria, o de esclerotinia en lechuga».

Por su lado, Juan Pardo Martínez, Director de I+D de Novagric, hace referencia a una línea de acción de gran interés: «hemos presentado un proyecto que estamos desarrollando en el marco Horizon de la Unión Europea. La idea del proyecto es utilizar polinizadores, como son los abejorros, para realizar una selección fenotipica de plantas y utilizarnos como herramienta de selección. Centrados en el tomate, qué mejor que los insectos y sus preferencias con las flores como modo de selección fenotipica de nuevas variedades. Además, bajo el contexto del cambio climático es una solución.”. Y añade: “es necesario desarrollar todo lo que es la agricultura en invernadero, porque posiblemente existan determinados cultivos que ahora se pueden desarrollar al aire libre, y que pasen a ser viables solo en invernadero. Y a la inversa existe la oportunidad de especies tropicales que antes no se podían desarrollar en nuestro entorno y se están empezando a plantear. Es un aspecto de negocio también y de nuevas oportunidades”

En conclusión, el liderazgo en el desarrollo de las técnicas de biotecnología generadas por parte de las compañías y centros investigadores posiciona a AgritechMurcia como referencia internacional en la producción agraria sostenible.

Por otra parte, este ecosistema empresarial en un marco regulatorio tan restrictivo como el europeo que, a su vez, pide los mayores niveles de calidad para los consumidores, exige: total seguridad alimentaria, eficiencia para lograr mejores precios y respeto al medio ambiente.

Las empresas murcianas están en una posición avanzada en todo esto como lo demuestran las exportaciones a centenares de países de tecnología, infraestructuras, productos, asesoramiento y formación.

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