Los agricultores murcianos llevan muchos años trabajando la tierra en condiciones de escasez de recursos hídricos y en suelos pobres en nutrientes. Ello les ha llevado a agudizar el ingenio y trabajar para conseguir sistemas de riego que optimicen la utilización de agua, reduciendo al mínimo las aportaciones. La gama de productos fabricados en este sentido es amplia; aspersión en plástico, latón, sistemas de pívot, cintas de riego, tuberías de goteo, accesorios de polietileno, PVC, aluminio. También se ha trabajado activamente en el desarrollo de nuevos sistemas de riego que aportan una precisión máxima y eliminan por completo el error humano.
Para ello ha sido necesario pasar de sistemas tradicionales a sistemas de alta tecnología, mucho más precisos y eficientes debido a su automatización. A estos avances hay que unir los experimentados en el campo de los complementos. Se trata de sensores de pH, sensores de conductividad y otros sistemas que ayudan a la planta a asimilar mejor todos los nutrientes y a conseguir mayores producciones y de más calidad.
El paso de sistemas de riego tradicionales a otros de alta tecnología ha permitido ganar precisión y ha supuesto una mejor optimización del agua.
Unido al riego localizado la fertirrigación es un sector clave en la revolución tecnológica que en los últimos años ha experimentado la agricultura murciana. Técnicas de dosificación más exactas de agua de riego y fertilizantes necesarios en cada cultivo. Lo que conlleva de un lado un importante ahorro en mano de obra, un mejor reparto de los recursos, además de aportar una mayor seguridad laboral al evitar que los operarios tengan que depositar los fertilizantes entrando en el invernadero. Estos sistemas, plenamente informatizados y automatizados, controlan la cantidad de agua y fertilizantes necesaria y corrigen parámetros de conductividad eléctrica, pH, lo que resulta muy ventajoso en cultivos de alto rendimiento.
Los equipos se han ido sofisticando con el paso del tiempo. Hoy encontramos humidificadores fitosanitarios, que, combinados con ventiladores, distribuyen los fertilizantes en forma de niebla suspendida, que se localiza en el envés de la planta, obteniéndose así eficacia máxima. Los inyectores radiales constituyen otra aplicaión del campo de la fertirrigación.
Con los sistemas de fertirrigación los agricultores han ahorrado mano de obra, son capaces de corregir los parámetros de calidad del agua de riego y de los suelos pobres, además de ganar en seguridad laboral en sus explotaciones.